Viaje a Calabria, Nápoles, Roma y otros tesoros de la Italia del Sur. 29 noviembre – 10 diciembre 2018
Tras los inolvidables viajes de los últimos meses de 2019, quisimos terminar el año “in bellezza”, con un proyecto único y maravilloso. Con ese fin regresamos a Italia, excepcional por su arte, cultura, historia y paisajes, casi infinita en sus posibilidades, siempre con lugares desconocidos y magníficos por descubrir.
En efecto, aunque casi todos conocemos Italia, y muy posiblemente hemos ido varias o muchas veces (lógico, pues allí está la mitad del Patrimonio artístico mundial), también es cierto que los circuitos al país trasalpino se centran en pocas ciudades, magníficas, sin duda, sin alcanzar otras muchas de valor también excepcional, que, además, al estar mucho más libres de visitantes, se pueden conocer con la serenidad y normalidad que todo viajero desea.
Por esta razón fuimos a la Italia del Sur, donde pudimos visitar lugares bellísimos y, en gran medida, desconocidos.
Nuestra primera meta fue La CALABRIA, la región más virgen y meridional de la península Itálica, la «punta de la bota», frente a Sicilia, dominada por los macizos de la Sila y el Aspromonte y bañada por los mares Tirreno y Jónico, con excepcionales paisajes, y que, al estar en el centro del Mediterráneo, es una excepcional encrucijada, donde griegos, romanos, godos, lombardos, bizantinos, normandos, árabes, suevos Hohenzollern, franceses Anjou, aragoneses, españoles… dejaron su riquísima huella de arte, cultura y costumbres, que vamos a poder disfrutar en lugares tan especiales como Reggio di Calabria, el Aspromonte, Gerace, el Mar Jónico, Stilo, Scolacium, Cosenza, Paola, el Mar Tirreno y Altomonte.
Desde Calabria continuamos “subiendo” hacia una segunda meta del toda excepcional: NÁPOLES, de la que el gran viajero y amante del arte del XIX, Sthendal, afirmó en 1817, cuando la ciudad ya estaba en decadencia: No olvidaré ni la Vía Toledo ni todos los demás barrios de Nápoles; en mi opinión, es, sin comparación, la ciudad más bella del universo. Palabras que tantos otros han confirmado, también el gran viajero y sabio alemán, Goethe, que 30 años después añadió: De todo lo que se ha dicho, narrado o pintado, Nápoles lo supera todo: la costa, la bahía, el golfo, el Vesubio, la ciudad, los castillos, los paseos… ¡Disculpo a todos aquellos a quienes su contemplación les hizo perder los sentidos!
Pudimos descubrir y gozar de esta ciudad bellísima, tan excepcional y asombrosa como llena de contrastes: ruidosa y contemplativa, fastuosa y decadente, opulenta y abandonada, extrovertida y profunda…, siempre explosiva y espléndida…, la ciudad más apasionante y vital de Italia, a donde hay que procurar ir muchas veces, pues cada vez sorprende y enamora más, sobre todo si se va con quien te la enseña adecuadamente.
La tercera gran meta, espléndido colofón a tan excepcional viaje fue ROMA, la Ciudad Eterna, Urbe por excelencia e infinita, con la mayor concentración del patrimonio artístico mundial, siempre con nuevas maravillas por descubrir, y donde sus sublimes creaciones, tantas veces vistas en directo, o en fotografías o filmaciones, ofrecen cada vez que se las vuelve a contemplar nuevos y sorprendentes matices de su extraordinaria belleza.
Junto a éstas tres excepcionales metas, mientras fuimos “subiendo” durante los 12 días del viaje hasta Roma, visitamos otras joyas bellísimas, todas ellas Patrimonio de la Humanidad: la Cartuja de Padula, Amalfi, Ravello, Pompeya y las sicilianas Catania y Taormina, pues para hacer nuestro viaje volamos hasta el sur de Italia, a Sicilia, frente a Calabria, para desde allí, como los griegos, llegar en barco a las costas calabresas.
Y como fuimos cuando empieza el Adviento, pudimos admirar los maravillosos belenes, muy especialmente los napolitanos, con los que se engalana el Sur de Italia, y pudimos asistir a eventos tan especiales como el tradicional y entrañable homenaje del Papa a la Inmaculada de Piazza Spagna o el Angelus en la Plaza de San Pedro, además de otros numerosos y entrañables conciertos, visitas y encuentros.
El que desee el folleto que hicimos para explicar el viaje, nos lo puede pedir por email: raicesdeeuropa@raicesdeeuropa.com