Viaje a La Puglia y Roma. 18 – 28 marzo 2016
En marzo de 2016 hicimos un viaje maravilloso, del todo especial. Los que conocéis nuestros viajes culturales diréis que todos lo son, y sin duda así es, pero éste tuvo un encanto especial, pues nuestro destino lo facilitaba mucho: Italia, seguramente el país más bello del mundo.
Aunque casi todos conocemos Italia, y posiblemente hemos estado muchas veces, los circuitos se suelen centrar en unas cuantas ciudades, bellísimas, sin duda, pero omiten otras muchas de valor también excepcional, que, además, están libres de las grandes aglomeraciones de turistas, ofreciendo un fuerte plus de serenidad y autenticidad, permitiendo disfrutar aún más de estas otras maravillas de Italia.
Este es el caso de La Puglia (la Apulia), la región más oriental de Italia, más al Oriente que la misma Viena, situada entre los Apeninos, el Adriático y el Jónico, en el tacón de Italia, frente a la isla de Corfú (Grecia). Encrucijada de caminos y culturas, donde griegos, romanos, godos, lombardos, bizantinos, normandos, árabes, franceses y españoles han dejado su huella, con obras maestras de todas las épocas y estilos. Su patrimonio artístico es excepcional, con lugares Patrimonio de la Humanidad tan magníficos como los “Sassi di Matera”, el «Castel del Monte«, el Monte y Monasterio de “Sant Angelo» o los “Trulli di Alberobello”.
Un destino precioso y especialísimo, de gran riqueza artística y apasionante historia, que visitamos al comienzo de la primavera, con un tiempo estupendo.
Además, como maravilloso colofón a estas tierras únicas, el viaje tuvo una segunda parte excepcional, nada más y nada menos que Roma, la Ciudad Eterna, la Urbe, la ciudad con mayor patrimonio artístico del mundo, siempre con rincones maravillosos por descubrir, tan bellos y evocadores como, por ejemplo, la Via Appia, que recorrimos con la preciosa luz del amanecer.
Además, como fuimos a finales de marzo, durante la Semana Santa, vimos a la Ciudad Eterna engalanada con motivo de las mayores solemnidades religiosas del año, algunas de las cuales vivimos junto al Papa Francisco en lugares del todo especial.
Y en el camino entre la Puglia y Roma visitamos otro lugar impresionante, el palacio de Caserta, junto a Nápoles, el más grande de Europa, joya del Barroco y Patrimonio de la Humanidad.
