Cinefórum. El camino a casa, Zhang Yimou. 19 de septiembre 2012
El miércoles 19 de septiembre vimos una excelente película sobre China, concretamente «El camino a casa», de Zhang Yimou, obra tan bella como interesante.
Empezamos a las 19:00. Tuvimos una breve introducción a cargo del historiador José Alipio Morejón, y al término de la proyección, hacia las 20:45, un breve coloquio, para acabar a las 21:00.
Tuvo lugar en el Aula Luis de Ajuria (General Álava 7, bajo).
Breve sinopsis de el El camino a casa
- Estreno: año 2000
- Dirección: Zhang Yimou
- Guión: Bao Shi
- Fotografía: Hou Yong
- Música: San Bao
- Intérpretes: Zhang Ziyi (la madre durante su juventud), Sun Honglei (el hijo que viene tras enterarse de la muerte de su padre), Zheng Hao (el padre), Zhao Yuelin (la madre, anciana).
- Vestuario: Dong Huamiao
- Productor: Zhang Weiping
- Distribuidora: Columbia TriStar
Recogemos aquí la crítica de Juan Velarde, en Fila 7: «Gélida y cálida. Así es esta poética película. Gélida en sus extremos mientras el calor irradia en su mismo centro. El director chino Zhang Yimou ha buscado ese contraste para dramatizar visualmente las diferencias entre el presente y el pasado de su país. Un paisaje lleno de nieve fotografiado en un diluido blanco y negro aparece en la primera secuencia. Es un plano subjetivo que se abre sobre un camino, el camino, y por él entramos en un mundo recóndito y frío dominado por el dolor y la muerte. Un hombre de negocios vuelve a su pueblo, a la casa paterna, tras varios años de ausencia. Tras encontrar a su madre ha de tomar una decisión respecto al entierro de su padre; es el momento en que sus esquemas de hombre práctico chocan con el espíritu tradicional de su madre.
Es entonces cuando Zhang Yimou abre una ventana al pasado y el paisaje cobra vida, satinando la pantalla de colores cálidos y carnales, con ese color rojo que siempre reina en las películas de este director. No sólo el paisaje despierta, también lo hacen los personajes.
La película narra cómo se conocieron el padre y la madre del hombre de negocios. El marco de la historia es la China maoísta y su Revolución Cultural, vivida en un ámbito rural donde el maestro es una autoridad y el alcalde el representante de Partido. Cómo la tradición ahogaba sus vidas, en la época en que los matrimonios eran concertados. Yimou muestra la relación de forma minimalista, muy al estilo oriental, deteniéndose en cada actividad que realizan los personajes. De la simple preparación de una comida hace una secuencia, pero no para retratar un espléndido banquete, sino para detenerse en la vida, en la importancia de las cosas pequeñas, para sonsacar la esencia de los actos humanos casi como simples ritos. Porque Yimou en esta película fija su mirada en los rituales como forma de vida; pero esos planos de ella esperando al borde del camino, esa lucha por alcanzar el amor deseado, con sacrificio y con constancia, son los que dan sentido y alma a esos rituales que serían actos gélidos y absurdos sólo por sí mismos».
La esencia de esta bellísima película es el amor, el amor entre una joven analfabeta de 18 años de un apartado y pequeño pueblecito, y un maestro recién llegado de la ciudad. Y nada distrae de esta maravillosa realidad, tampoco sensiblerías baratas. Aunque la sencilla vida de un apartado pueblo, el valor de la educación, la belleza de la naturaleza… son realidades magníficamente presentadas en esta obra de arte, el amor es el protagonista absoluto.