Cristo de Antonio López
El año 2014, con ocasión del X aniversario de Raíces de Europa, comenzó una preciosa relación con Antonio López. Al acercarnos a este aniversario, pensamos en el genial pintor y escultor para otorgarle el Premio Raíces de Europa junto al director del Museo del Prado, Miguel Zugaza, por sus notables aportaciones a la cultura. Este deseo se hizo realidad, y el 27 de noviembre de 2015 Antonio recibió en Vitoria-Gasteiz el Premio Raíces de Europa.
La relación con Antonio López continuó con nuevas conversaciones y encuentros, y nuevos proyectos, como el titulado “Un genio cuenta a los genios”, donde el artista reflexiona sobre Velázquez, Vermeer, Giotto, Miguel Ángel, Caravaggio, Rembrandt, las Cuevas de Altamira, Bacon, Picasso y otros genios y obras maestras de la creación artística, proyecto que ya ha empezado a ver la luz con valiosos documentales en los que Antonio López nos habla sobre la creación artística.
También pudimos traerle a Vitoria en mayo de 2017, para un encuentro en el que nos habló del proceso creador en el arte, al que asistieron más de 300 personas, incluidos muchos artistas, con el único pesar de que varios cientos se quedaron fuera por la limitación del aforo.
Sin embargo, uno de los hechos más excepcionales fue sin duda su reacción al plantearle la posibilidad de que hiciera un Cristo Crucificado, iconografía que suponíamos que al artista le suscitaría interés, y que sería algo único en su amplia y riquísima trayectoria profesional. Le gustó mucho la idea, por lo que nos pusimos a trabajar para poderlo sacar adelante.
Tras tantear la posibilidad de que la obra fuese a algún lugar cercano a donde reside el autor, vimos que nuestra ciudad: Vitoria-Gasteiz, donde nació Raíces, podía ser el lugar ideal. Su respuesta volvió a ser afirmativa, y tras visitar con él las dos catedrales de nuestra ciudad, pues era evidente que debía estar en un espacio sacro muy especial, Antonio López nos dijo que la Catedral Nueva era un marco perfecto para la obra, y más concretamente en el presbiterio, espacio de gran amplitud, que se llenaría con la presencia del Crucificado. También vimos que podría procesionar durante la Semana Santa, como las grandes creaciones de Gregorio Fernández y otros genios de la escultura.
Hablamos con el obispo de la diócesis de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, y su disposición ante el proyecto fue total, también de que estuviera donde al artista veía que debía estar: la Catedral Nueva.
El 16 de diciembre de 2017 fue otra fecha importante. Vinimos con el artista para que pudiera estar con el obispo de la ciudad, y tras encontrarse con él, nos dijo que se sintió muy a gusto: «libre y escuchado». Y disfrutó viendo el Museo Diocesano de Arte Sacro y el resto de la catedral, especialmente el lugar donde quiere que vaya la obra, el presbiterio: le entusiasmó. Habíamos dado un nuevo paso ver el Cristo de Antonio López en nuestra ciudad.

Como primera medida comenzamos a trabajar para reunir fondos con los que pagar al artista, pues aunque la amistad facilitaba que los costes estuvieran muy por debajo de su caché de mercado, había que llegar a una razonable retribución. Comenzamos una suscripción popular (en esta cuenta corriente se puede colaborar, indicando siempre el nombre y el concepto: Cristo Antonio López: Kutxabank, ES07 2095 3174 52 1090427682 para donativos en efectivo y online)
Mantuvimos nuevos encuentros y muchas conversaciones con Antonio López, para facilitar todo lo que estuviese en nuestra mano, pues no podíamos desaprovechar tan maravillosa ocasión, conscientes de la trascendencia de esta iniciativa, indiscutible aportación al mundo de la cultura del siglo XXI y proyecto excepcional para la ciudad y el territorio alavés. En efecto, se trataría de una obra única de uno de los artistas vivos más geniales y valorados del mundo, que tanta gente querría venir a contemplar desde todo el mundo. Sería un magnífico revulsivo para nuestra ciudad y todo su entorno geográfico, tanto desde el punto de vista cultural, como social, religioso, turístico y económico.
Como teníamos muy claro que debe ser un gran proyecto ciudadano, decidimos informar a las principales instituciones de nuestro territorio: Gobierno Vasco, Diputación Foral, Ayuntamiento, Fundación Vital… La acogida del Lehendakari Iñigo Urkullu, del Diputado General Ramiro González, del Alcalde Gorka Uratan y del Presidente de la Fundación Vital Jon Urresti fue excelente, así como de otras muchas personas y entidades. Todos valoran el proyecto y lo apoyan, conscientes de su excepcionalidad.
Raíces de Europa se siente dichosa por ser promotora, motor y cauce de un proyecto tan excepcional y enriquecedor para nuestra querida ciudad y tierra alavesa, donde Raíces ha nacido y dado sus primeros pasos, y para todo el mundo, reforzando así nuestro ideal de enriquecimiento y mejora de la sociedad, con nuestros medios, limitados, pero con enorme ilusión y capacidad de trabajo.

Queda mucho camino por recorrer, y seguimos dando pasos importantes, sin descanso, a pesar de las lógicas dificultades de todo gran proyecto, incluso de la pandemia del Covid 19, tan limitante, pero que, desde luego, no frenó este precioso proyecto.
Seguimos trabajando para conseguir que el autor tenga las mejores condiciones para llevar a cabo esta obra única, con esfuerzo y entusiasmo, conscientes de que sólo el hecho de que esté trabajando en ello ya es algo verdaderamente excepcional, y de que si lo consigue acabar, constituirá un legado excepcional para nuestra ciudad y para todo el mundo, del que podrán gozar tantísimas personas y generaciones.